
Los estudios también han comenzado a trabajar con comunidades, realizando proyectos de fotografía social, exposiciones temáticas y archivos visuales que rescatan la historia de barrios, familias o colectivos culturales.
Además, con el auge de la fotografía como forma de expresión artística, cada vez más jóvenes acuden a estos espacios no solo para ser fotografiados, sino también para aprender, experimentar y desarrollar su mirada propia a través de talleres y mentorías.
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